Puntos De Unidad

La GRCA es un movimiento formado por organizaciones de todo el mundo, todas trabajando desde diferentes orígenes y contextos hacia un futuro feminista interseccional. Nos unimos bajo estos puntos.

Creemos que las juventudes son inherentemente poderosas. Trabajamos para apoyar y fomentar el liderazgo juvenil en nuestros programas y comunidades.

Nuestro trabajo es un intento directo de amplificar las voces que han sido silenciadas. La música, el arte y la expresión creativa son nuestras herramientas para construir un movimiento ruidoso, de celebración y formidable. No usamos estas herramientas por accidente; las usamos porque la música y la expresión creativa son accesibles, comunitarias, colaborativas y políticas.

Nuestro trabajo es político. Trabajamos para desmantelar los sistemas de opresión interseccionales y reconocer que no nos afectan a todes por igual. Nuestro trabajo debe ser dirigido y construido por quienes se ven más afectados por la opresión sistemática y la colonización.

El género es fluido, expansivo y no puede estar contenido dentro de un binario. Las personas trans y no binaries siempre han sido y siempre serán parte integral de nuestro movimiento. Nuestro trabajo debe centrarse en quienes experimentan la marginación por su identidad y expresión de género.

Para que nuestro movimiento sea fructífero, este debe ser accesible física, financiera y lingüísticamente. Nos esforzamos para asegurarnos de que quienes deseen hacer este trabajo tengan lo que necesitan para prosperar.

Aunque a menudo nos digan lo contrario, creemos que hay espacio para que todes seamos líderes. No le tememos a la escasez y creemos en la abundancia. Nuestro trabajo se beneficia de compartir el poder y el liderazgo dentro de nuestro movimiento.

Nuestro trabajo debe ser versátil y dispuesto a cambiar. Nos comprometemos a rehacernos continuamente y enfrentar con valentía la incomodidad del cambio y la transición. Estamos constantemente aprendiendo cómo desafiar la opresión sistémica y cómo amarnos mejor. 

No estamos solos y nuestro trabajo trasciende fronteras. Nuestro poder colectivo se basa en nuestra membresía y en las comunidades de las que provienen y con las que trabajan nuestros miembros. Podemos escucharnos a través de los océanos y los paisajes que llamamos hogar, y trabajamos solidariamente entre nosotres y con otros movimientos de liberación.

La construcción de relaciones auténticas es el trabajo. Estamos mejor equipades para apoyar y luchar por nuestra juventud cuando nos cuidamos y valoramos mutuamente.

Debemos ser responsables recíprocamente. Hay poder en la transformación, el perdón y la sanación. Creemos que podemos enseñarnos unes a otres y aprender conjuntamente.